La Batalla de Hoth fue un conflicto importante de la Guerra Civil Galáctica, durante la cual la Base Echo en Hoth fue destruida. Fue una victoria importante para el Imperio Galáctico, y una de las perores derrotas de la Alianza Rebelde. La base había sido descubierta por un droide sonda víbora enviado desde el Ejecutor. Cuando recibió una posible evidencia de los Rebeldes Darth Vader envió su Escuadrón de la Muerte a Hoth, pero el Almirante Kendal Ozzel salió del hiperespacio muy cercano al sistema Hoth alertando a la Alianza y permitiéndoles preparase para su ataque y una evacuación, lo que costó la muerte a Ozzel y la promoción del Capitán Firmus Piett para reemplazarlo.
El imperio se vio forzado a un ataque terrestre por medio de caminates AT-ATs comandados por el General Mayor Maximilian Veers, cuya misión era destruir el generador de energía de la base Eco que alimentaba al escudo planetario para hacer al bombardeo orbital. La Alianza envió al Escuadrón Pícaro a bordo de aerodeslizadores especializados para uso en la nieve. Pero no tenían el suficiente poder de fuego para derribar los AT-ATs, por lo que Luke Skywalker sugirió usar cables para enredar las patas de los caminantes y hacerlos caer.
Eventualmente el Imperio destruyó el generador de energía y la legión 501 encabezada por Darth Vader entraron a la base, sin embargo la mayoría del personal logró escapar de la base, para después continuar la batalla en el espacio.
Después del abandono de la base en Yavin 4, el Imperio dedicó grandes esfuerzos para buscar el lugar de la nueva base secreta de la Rebelión. Durante un asalto a Ciudad Zaloriis para castigar a los separatistas zaloranos, Darth Vader y el general Maximilian Veers descubrieron archivos de la biblioteca que mostraban que la nueva ubicación estaba en algún lugar cerca de Elrood.
La Base Echo fue fundada alrededor del 2 DBY. Luke Skywalker había sugerido Hoth como un lugar posible para la nueva base Rebelde, después de que se había quedado atrapado en Hoth y había encontrado ahí a un exiliado Imperial. Luke mató al hombre y se fue en busca de la Alianza, para darles información sobre Hoth.
«Esté listo para que sus tropas aterricen más allá de su campo de energía, después despliegue la flota para que nada pueda salir del sistema. Ahora está al mando, almirante Piett.»
La flota personal de Vader, el Escuadrón de la Muerte, llegó al sistema Hoth. Siguiendo un descubrimiento accidental de un droide sonda Vibora (que después fue destruido por Han Solo), que resultó ser la base principal de la Alianza Rebelde, localizada en el sexto planeta del sistema. Para supervisar este asalto vital, el Gran General Malcor Brashin y su brillante segundo al mando, el general Brenn Tantor, fueron llamados al sistema Hoth.
Lord Vader y sus altos oficiales habían planeado un ataque sorpresa, saliendo del hiperespacio a cierta distancia del planeta y tomando ventaja del hecho de que la actividad meteorológica hacía difícil que los Rebeldes vieran las naves que se acercaran. Entonces iniciarían un limitado bombardeo orbital de gran alcance para destruir todas las defensas y naves espaciales, seguido por un asalto terrestre generalizado para capturar cualquier sobreviviente.
Bastión rebelde en Hoth
Tropas de la Alianza preparandose para repeler las fuerzas Imperiales
Sin embargo, el almirante Kendal Ozzel hizo su propio plan de asalto, y salió del hiperespacio cerca del sistema estelar, decidido a desarrollar un bombardeo de saturación. Este grave error, permitió a los sensores Rebeldes de advertencia temprana detectar a la flota Imperial. Se activó el escudo energético que protegía a la Base Echo de cualquier bombardeo naval. Un iracundo Darth Vader ejecutó al almirante por su incompetencia y promovió a Firmus Piett, entonces jefe capitán de la flota del Super Destructor Estelar Ejecutor, a almirante.
Habiendo evaluado la situación, Vader ordenó al general Veers aterrizar fuera del alcance del escudo de energía y comenzar un asalto de superficie para destruir el generador de energía de los Rebeldes e inutilizar así el escudo. El Escuadrón Muerte se integró en una formación de bloqueo para prevenir el escape de cualquier nave Rebelde que huyera. Veers tomaría el mando de la situación sobre el terreno mientras Tantor supervisaba todo el enfrentamiento y le daba órdenes a Veers desde órbita a través del BHCI.
Naves de transporte Titan Y-85 depositaron a la fuerza de aterrizaje Imperial en el Morsh Moraine. La fuerza Imperial, llamada Fuerza Blizzard, consistía de varios batallones de stormtroopers equipados para el clima frío (conocidos como snowtroopers), algunos escuadrones equipados con blásters de repetición pesados. La fuerza de infantería se encontraba a bordo de transportes AT-AT y Juggernaut A5, apoyados por caminantes AT-PT, AT-ST y AT-AR, y con droides sonda Viper surtiendo apoyo sensorial extra.
La Alianza empleó snowspeeders T-47, naves aéreas ligeras modificadas para condiciones de combate ártico dirigidas por el escuadrón de élite Escuadrón Rogue. Las tropas terrestres estaban armadas con rifles bláster A280 y varios tipos de emplazamientos de artillería, incluyendo baterías láser antiinfantería DF.9/B y los cañones láser antivehículos P-Tower, de la era de las Guerras Clon.
Atathoth
Un grupo de AT-ATs se acercan a la Base Eco.
Un gran cañón de iones, el Defensor Planetario V-150, daba fuego de apoyo para los transportes que escapaban. Para proteger el interior de la base, las tropas Rebeldes emplearon varios trineos repulsores, cada uno armado con un cañón bláster.